sábado, 16 de febrero de 2013

LA COPLA FORMA PARTE DE NUESTROS RECUERDOS DE INFANCIA

Si hay un género musical genuinamente español ese es, sin duda, la copla. Ahora los amantes de esa canción desgarrada, temperamental que canta al amor y fundamentalmente al desamor están de luto. Se han ido una de las grandes: MARIFÉ DE TRIANA. Y sorprenderá, que acabe de escribir que "están de luto", como si yo fuese ajena a ese dolor, pues no lo soy. Siempre que un/a grande se va, el arte queda un poco huérfano y perdemos -como en este caso concreto- una parte de nuestras raíces, o de nuestra infancia. Conocer la noticia me ha devuelto por un momento a mi abuela, porque "María de la O", o "Torre de arena" -por citar alguna canción- formaban parte de ese ajetreo que había en casa mientras ella hacía las camas, preparaba la comida o me ataba los zapatos. Creo que no había mayor alegría, para la niña que yo era entonces, que escuchar a mi abuela cantar. Ella me enseñó -probablemente sin pretenderlo- que la canción es una gran fuente de alegría, aún relatando tristezas. Desde mi infancia, y por su influencia, no he dejado de cantar nunca. En la intimidad, eso sí.
Reconozco que con los años perdí la afición por la copla para adentrarme en otros géneros musicales más acordes con mis tiempos. Supongo que como le sucede a todo el mundo, salvo que vivas en Andalucía, que no es mi caso. 
Pero un buen día acudí a un concierto de nuestro amigo Joaquín y me sorprendió que una parte de su concierto estuviera dedicado precisamente a la copla. No lograba entender que un tenor la incluyese en su repertorio, máxime si ese tenor es asturiano, tierra que no se caracteriza precisamente por ese tipo de música. 
Confieso que fue la parte del concierto que menos me gustó, aunque evité comentarlo. No sabría dar una razón precisa, creo que -en cierta manera- infravaloraba el género, que era incapaz de separar de la  peineta y  la bata de cola. 
Pero hubo un segundo concierto, al que acudí con un amigo. Y se repitió el repertorio de copla -no eran las mismas, pero copla, al fin-. Y mi acompañante se emocionó con "Triniá", vibraba de emoción. Eso me dio que pensar y creo que en ese momento me reconcilié con la copla. 
Al salir decidimos saludar a Joaquin para felicitarle y mi amigo... se pasó tres pueblos. Quiso hacerlo tan bien, quiso hacer llegar su emoción al intérprete, que como un huracán lo abordó y sencillamente le dijo: ¡Parecías una puta! Ni que decir tiene la  monumental carcajada de todos los presentes. Creo que Joaquín habrá recibido todo tipo de elogios, pero precisamente ese -que lo era de verdad- me consta que nunca. 
Poco tiempo después le pregunté a Joaquín, por qué incluir copla en todos sus conciertos. Y tiene, sin duda, muchas razones. La primera, como en mi caso, arranca de su infancia: en su casa se escuchaba mucho la radio y  la copla era la música que más se radiaba. En segundo, porque sus hijos y nietos se han afincado en Sevilla. y, finalmente, porque la copla es un gran género musical en el que se encuentra cómodo y -eso ya lo añdo yo- interpreta magistralmente.






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