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| Joaquín Y Kraus en una firma de discos en unos grandes almacenes |
¡Qué tándem!, amigos. De tal maestro, tal alumno. Todo comenzó en la década de los noventa, cuando Joaquín se formaba en la escuela de La Scala de Milán. Allí se conocieron, y desde ese mismo momento el tenor de Pixán tuvo claro quién sería su referente artístico. Pero no se trataba de una simple relación entre maestro y alumno, sino que se fraguó una gran amistad, sólo truncada por el fallecimiento del mejor tenor que dió el siglo XX.
En 1994, Kraus, colaboró en un disco con Joaquín. El dúo que hicieron interpretando "Mocina dame un besín", elevó a categoría lírica una de nuestras canciones más populares. Si quieres escucharla, ahí la tienes, coloca encima el cursor.
De Joaquín dijo Kraus en 1995 : "Posee un acusado sentido de las mejores características del belcanto, como son esmerado fraseo, canto ligado, dominio de la media voz, innata musicalidad y elegante línea de canto." Y si eso dijo el maestro, ya nada quiero agregar, queda todo claro. Aunque sí , una curiosa anécdota que sucedió en Pixán el día que Kraus visitó su casa natal. Me contó Joaquín, en uno de esos encuentros casuales en Cangas, en los que tantas cosas tenemos que contarnos, o más bien, tantas cosas quiero que me cuente, que Kraus había estado en Pixán. Y como es lógico, mi curiosidad femenina no quedó satisfecha con la simple información. Así que le pedí algo más. Y me relató esta anécdota, tal que así:
Le invité a mi casa y era sobre el mediodía, hora en la que suelen llegar las vacas del prau. Había una que tenía una cría en la cuadra y quería darle de mamar. Pero no podía, la puerta estaba cerrada. Así que empezó a mugir con unas berridas que se oían en toda la redonda. Alfredo prestó atención, y muy serio dijo: "Así es como se canta, tiene buena técnica". Me faltó tiempo para decirle, que de haber sido consciente de lo cerca que tenía una buena maestra, no hubiese necesitado sus clases.
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| EN EL ACEBO (2012) |
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